La construcción del Canal del Nivernais en el siglo XVIII requirió un desarrollo considerable. Era necesario atravesar la montaña de La Collancelle, y la única manera de hacerlo era atravesándola. El recorrido pasa por los tres túneles siguientes y da la vuelta en la aldea de Port Brûlé: el túnel de La Collancelle (758 m), el túnel de Mouas (268 m) y el túnel de Breuilles (212 m). Entre cada túnel se encuentran trincheras, partes del canal que no quedan cubiertas.